Arranca una nueva temporada en la Tercera División Extremeña y lo hace con dos grandes favoritos que acaparan todas las miradas: Badajoz y Don Benito. Los blanquinegros quieren recuperar cuanto antes su sitio en categorías superiores, mientras que los calabazones, recién descendidos de Segunda RFEF, buscan el camino de regreso sin rodeos. A su sombra, un buen número de equipos aspiran a pelear por el playoff en una liga que promete emoción, intensidad y muchas sorpresas desde el primer minuto.
Los dos grandes históricos de la región no se esconden. El Badajoz parte con una plantilla de garantías y el respaldo de una afición exigente. Por su parte, el Don Benito, dolido por el descenso, ha reforzado su proyecto con ambición. Ambos llegan con el ascenso como única meta y con la presión de saberse favoritos.
Un segundo escalón con mucho potencial
No muy lejos en esa carrera aparecen equipos como el Villanovense, también recién descendido, y clásicos como el Azuaga, Jaraíz, Llerenense, Diocesano, Villafranca o el Moralo. Este último, además, llega con la moral alta tras levantar la Copa Federación y firmar fichajes interesantes.
El Jaraíz ha logrado mantener el bloque que tan bien compitió el año pasado, sumando refuerzos que aumentan su fondo de armario. El Azuaga, fiel a su estilo, vuelve a ser uno de los rivales más incómodos de la categoría. El Llerenense, el Diocesano y el Villafranca llevan años instalados en la zona noble y vuelven a partir con opciones reales de playoff.
Ojo con las sorpresas
Entre los posibles tapados de este curso destaca el Cabeza del Buey, recién ascendido y subcampeón de la Copa Federación, que ha dejado grandes sensaciones en verano. También suenan fuerte la Escuela de Fútbol Puebla de la Calzada y el Calamonte, dos conjuntos que han confeccionado plantillas muy equilibradas y con talento.
Equipos que no regalarán nada
El grupo se completa con clubes que, sin estar en las quinielas del ascenso, tienen capacidad para complicar la vida a cualquiera. Montijo, Atlético Pueblonuevo, Jerez y Santa Amalia son de esos equipos con buenos jugadores que pueden dar guerra y que saben jugar partidos clave. A ellos se suman Gévora y Montehermoso, que llegan desde abajo con ganas de demostrar que han venido para quedarse.
La Tercera Extremeña ya rueda, y con ella, las ilusiones de toda una región por vivir otra temporada para el recuerdo.