El Mérida comenzó con buen pie su andadura en la temporada tras imponerse por la mínima al Barakaldo en el Estadio Romano José Fouto. En un encuentro de máxima igualdad, fue Carlos Doncel quien rompió el equilibrio con una genialidad que acabó siendo definitiva.
Barkaldo 0: Ispizua, Deje, Arana, Dufur (Iker Ropero, min. 77), Pedernales, Naveira (Álex Valiño, min. 73), Huidobro, Iñigo Muñoz (Mandiang, min. 58), Albizua (Eric Pérez, min. 58), San Bartolomé (Molina, min. 46) y Aitor Galarza.
Árbitro: Francisco José Expósito Jaramillo. Asistentes: Alejandro Agote Garrido y Leonardo González Cayón.
Amonestó al local Víctor Corral y por el Barakaldo Aitor Galarza y Naveira.
El Mérida sonríe y el Cacereño roza la victoria en PontevedraGol: 1-0-Min. 70: Carlos Doncel.
Aunque los locales fueron superiores durante buena parte del choque, el tramo final se convirtió en un ejercicio de resistencia, con los extremeños pidiendo la hora ante el empuje visitante.
El partido fue muy físico, con ambos equipos mostrando intensidad desde el inicio. El Mérida trató de llevar el peso del juego, pero se encontró con un Barakaldo bien plantado atrás y que no renunciaba a buscar sus opciones a la contra. La primera mitad tuvo pocas ocasiones claras, pero ya se intuía que cualquier detalle podría decantar la balanza.
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Un gol con firma propia
Ese detalle llegó tras el descanso, cuando Doncel aprovechó un balón filtrado para plantarse ante el portero y definir con clase, picándola por encima del guardameta. Un gol de auténtico especialista que sirvió para desnivelar un duelo tenso, de esos en los que los espacios escasean y la precisión se paga cara.
Minutos antes Mandiang puso el susto en el cuerpo a la parroquia local al lanzar al travesaño un mal despeje de la zaga local, en la jugada de mayor peligro del equipo vasco.
Final de infarto
Tras el gol, el Mérida trató de gestionar la ventaja, pero el Barakaldo se volcó en busca del empate. Los últimos minutos fueron de sufrimiento para los locales, que se replegaron con todo mientras la grada contenía el aliento. Finalmente, el esfuerzo defensivo tuvo premio y los tres puntos se quedaron en casa.
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Cacereño–Mérida se juegan oxígenoUna victoria trabajada, que deja buenas sensaciones y demuestra que el Mérida sabe sufrir cuando toca. Y que tiene a Doncel, un jugador diferente capaz de marcar la diferencia.